martes, 18 de diciembre de 2012

LA MÚSICA EN LA IGLESIA ADVENTISTA


Platón dice: “La formación musical es un instrumento más poderoso que cualquier otro, ya que el ritmo y la armonía consiguen llegar a los lugares interiores del alma”. El doctor Martín Lutero (1483-1556), poco antes de ser apartado  de la Iglesia Católica clavó las 95 tesis en la puerta de la catedral de Wittenberg el 31 de octubre de 1517. Desde ese momento inicia la Reforma, entonces la música se dividió en católica y protestante. Por cierto que estas diferencias sean religiosas o políticas nunca han favorecido la música, pues se contaminan, de elementos tendenciosos su calidad artística.

Encontramos este principio que favorece el desarrollo de la música en la Iglesia Adventista, bajo algunas observaciones especiales (tomado del Manual de la Iglesia Adventista):
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  •       Selección de los directores o coordinadores de la Música:

“La Iglesia debe tener mucho cuidado en la selección de los directores de música, eligiendo únicamente a personas completamente consagradas, y proporcionar música apropiada para los cultos de adoración de la Iglesia y sus reuniones. Nunca debería introducirse en nuestros cultos música secular ni de naturaleza cuestionable.” (Manual de Iglesia 2010, p.89 APIA – p.92 CESA).

Es interesante que el Manual comienza recomendando el tener cuidado con la elección de los músicos, y de entrada presenta la necesidad de proporcionar música apropiada para los culto de adoración de la Iglesia y sus reuniones. Recordemos que el mismo Manual indica que todos los principios aquí expresados provienen de la misma Escritura y los Testimonios y que sin duda, ellos son la guía segura. Los músicos deben vivir una vida de buen testimonio, y que en todo momento la vida de Jesús se vea reflejada en su carácter, y en su forma de vivir.

Inmediatamente el Manual da una recomendación que es incondicional e incuestionable pues viene acompañada por la palabra “Nunca”, y esta recomendación tiene que ver con “la música secular o de naturaleza cuestionable en el culto.” ¿Es lógica esta recomendación? En primer lugar debemos entender la palabra “Secular”.

Secular: “Que no está relacionado a la Religión”. “Con la secularización, lo sagrado cede el paso a lo profano y lo religioso se convierte en secular. Secular se refiere a todo aquello que es mundano, por oposición a lo espiritual y divino.” (Wikipedia, la enciclopedia libre).

Dios siempre nos ha amonestado en cuanto a no mezclar lo santo y lo común. Con relación al Santo Sábado y sus implicaciones en cuanto a la Adoración Ezequiel 22:26 escribió: Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis días de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos. Este pasaje respalda sin duda el mismo principio que el Manual exalta y es el evitar mezclar lo santo y lo común pues Dios se siente ofendido.

  • ·         La selección de los Músicos:

“La música sacra es una parte fundamental del culto público. Es necesario que la iglesia seleccione cuidadosamente a personas que representen correctamente los principios adventistas cuando se elijan los miembros del coro y a los intérpretes musicales. Deberían ser miembros de la Iglesia, o de la Escuela Sabática o la Sociedad de Jóvenes Adventistas. Dado a que ocupan un lugar prominente en los cultos de la Iglesia, tienen que ser un ejemplo de modestia y decoro en su presencia y atavío(...). 

Las Iglesias pueden tener múltiples coros. Un coro infantil es un medio para la edificación espiritual, la unión de la familia de la iglesia y la obra misionera.” (Manual de Iglesia 2010, p.89 APIA – p.92 CESA)

En primer lugar algo “Sagrado o Sacro” se puede definir así: “Algo que inspira respeto, dedicado a Dios o diferente de lo común.” Aquí hay principios importantísimos que son pasados por alto en muchas de nuestras Iglesias. Nótese el cuidado que se debe tener al elegir a los músicos y cantantes de la iglesia. Deben ser miembros de Iglesia o de Escuela Sabática o de Sociedad de Jóvenes, en pocas palabras, debe ser un hermano o hermana, que participe del estudio de la escritura, que colabore en las actividades de la iglesia, que a su vez de un ejemplo de modestia y decoro al vestir. Sin duda ser músico o cantante en nuestra Iglesia no es cualquier cosa y tenemos el deber de velar para que estas condiciones se cumplan. No basta con tocar bien un instrumento o cantar bien, participar en el departamento de Música es mucho más que eso.

EL MANUAL DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL 7MO DÍA Y LA MÚSICA CAPITULO 10
Grupo Instrumental Odah. Iglesia Nuevo Amanecer, Cali.

En este capítulo, el Manual de Iglesia exalta el gran poder que tiene la música para el bien, pero de igual modo hace un llamado a idear la manera de sacarle mejor provecho. Es muy necesario en nuestra querida Iglesia, dedicar más tiempo y estudio a la música, claro está colocando en primer lugar el estudio de la biblia y la oración. Muchos cantamos por impulso, sin estar atentos a la letra o a la hermosa melodía, nos equivocamos, desafinamos, y la música pierde su belleza y su poder.
Una de las herramientas que recomienda el Manual es el uso de música instrumental, esto es algo apoyado por la biblia y los testimonios. La música instrumental es maravillosa, y eleva el alma a los atrios celestiales.
 (Manual de Iglesia 2010, p.117 APIA – p.114 CESA).

En este enlace se encuentra un video que nos ayudará a entender mejor sobre la música sacra y porqué no se debe introducir ritmos mundanos a la música cristiana. 

Algunos de los cantantes y agrupaciones de nuestra iglesia:

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